Habrá hasta diez institutos nuevos en septiembre
El curso que viene tendrá menos alumnos de P3 y más de
Primaria y Secundaria. La educación se adapta a los cambios demográficos en
Cataluña con la apertura de diez nuevos institutos para cursar la ESO, el
cierre de dos escuelas –una en Barcelona y la otra en Vilanova i la Geltrú– y
fusionará seis colegios en tres centros.
Cambios previstos para la
preinscripción escolar del curso 2015-2016, que arranca hoy con 1.077.548
plazas, 3.500 más que el año pasado.
En total, el Govern prevé que haya 3.700 matriculaciones
menos en Educación Infantil (de tres a seis años), 2.125 más en Primaria (de
seis a 12) y un incremento de hasta 5.090 en Secundaria (de 12 a 16 años).
Cifras que obligan a reorganizar el mapa escolar con los mismos recursos
económicos, una plantilla de profesores igual que la del año pasado y una
convocatoria de oposiciones que tampoco se abrirá este curso.
Los diez nuevos institutos se inaugurarán con dos grupos de
primero de ESO y están ubicados en Sant Quintí de Mediona, Sant Pol de Mar,
Cornellà, Igualada, en el Eixample de Barcelona, La Seu d’Urgell, Caldes de
Montbui, Granollers, Tordera y Sant Quirze del Vallès.
De esta decena de nuevos
centros, siete ocuparán antiguos colegios del Ayuntamiento que han sido rediseñados
para la ocasión, mientras que los otros tres –la Seu d’Urgell, Caldes de
Montbui y Tordera– estrenarán edificios.
Por otro lado, en Granollers, Lliçà d’Amunt y Sant Andreu se
crearán tres nuevas escuelas fruto de fusionar dos centros ya en funcionamiento
en cada una de las localidades.
Otra de las novedades en este sentido será la
apertura en septiembre de una segunda sede de cuatro institutos, cuyo objetivo
es que los alumnos puedan cursar primero y segundo de ESO en su población
aunque administrativamente dependan de un instituto ubicado en otra ciudad.
Cuando los alumnos tengan que cursar tercero y cuarto de ESO, sin embargo,
tendrán que trasladarse a la sede central del instituto y los profesores se
dividirán entre los dos edificios. Estos centros con una segunda sede estarán
ubicados en Breda, El Catllar, Castellar del Vallès y Viladecans.
"Los procesos de fusión se han hecho con trabajos
previos y se ha cogido lo más relevante de los proyectos educativos",
defendió ayer la consellera de Ensenyament, Irene Rigau, quien puntualizó que
los equipamientos que queden vacíos se destinarán a finalidades educativas,
como por ejemplo la creación de nuevos colegios o escuelas de adultos.
Pese a que el presupuesto destinado a la educación crecerá
un simbólico 0,4% este 2015, lo cierto es que la Generalitat tiene entre ceja y
ceja utilizar al máximo los recursos ya existentes para no tener que hacer
frente a faraónicas inversiones que descuadrarían las cuentas del Departament.
Así, se optará por reutilizar edificios antiguos en vez de abrir nuevas
escuelas. Una táctica que ha permitido reducir el número de barracones
–escuelas en centros prefabricados– hasta los 88 frente a los 110 del curso
2010-18.
Otra de las novedades es que la Generalitat incentivará la
formación de los padres y madres de alumnos catalanes que no dispongan del
título de la ESO –representan un 6,2% de la población de 25 a 34 años–, después
de constatar que el nivel de instrucción de las familias afecta al aprendizaje
y a las expectativas de los hijos.
Esta iniciativa se centrará en las escuelas de zonas de
máxima complejidad, donde se espera que, en un periodo de nueve años
equivalente al que dura la etapa de Primaria, desaparezca este grupo de adultos
sin la ESO de manera que "se eleve el nivel cultural y formativo" de
las familias.
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