Las algas con luz

Las algas podrían iluminar nuestras ciudades durante la noche

La iluminación adecuada durante la noche es importante para la seguridad en las ciudades y en las carreteras, pero todas esas lámparas requieren mucha electricidad para mantenerlas encendidas toda la noche. Muchos lugares han hecho la transición a la iluminación LED, la iluminación más eficiente en energía actualmente disponible, para reducir el uso de energía de las farolas, pero una fuente de energía renovable para la iluminación sería ideal.

Los investigadores de la Universidad Técnica de Dinamarca creen que hay una solución aún mejor; uno que no requiere electricidad pero que aún podría iluminar las calles de la ciudad: algas.

Las microalgas bioluminiscentes existen en partes cálidas de los océanos del mundo. La fuente de la bioluminiscencia es dos moléculas: luciferasa (una enzima) y luciferina (una molécula producida por la fotosíntesis). Estas moléculas se activan por una reacción química provocada por el movimiento, como el choque de las olas en la orilla o un pez que pasa.

Cuando ocurre esta reacción, las algas emiten una luz azul, pero solo por un momento.

El equipo de investigación cree que los genes de la bioluminiscencia podrían aislarse y luego transferirse a otros organismos vegetales más grandes que podrían usarse para proporcionar una fuente continua de luz azul durante la noche. Una lámpara a base de algas funcionaría como una célula solar y un combinado de almacenamiento de baterías donde la energía solar durante el día se convierte en combustible para el organismo que almacena y luego utiliza para emitir luz azul por la noche.

Si se puede hacer esta transferencia genética, estas lámparas biológicas podrían usarse para iluminar aparcamientos, edificios, escaparates y carreteras. La luz resultante será de un tono azulado, que cambiará la forma en que nuestras ciudades y pueblos se ven de noche, pero también será una fuente de luz sin emisiones de carbono y sin electricidad.

Los investigadores están tratando de identificar aquellos genes que causan bioluminiscencia. El siguiente paso sería descubrir cómo transferir esos genes y luego hacer que las plantas emitan luz continuamente durante la noche y sin que se activen los movimientos.