La Zumba se ha puesto de moda

Juran que es la gimnasia de moda. El Zumba Fitness arrasa y aseguran que hasta la princesa Letizia lo practica en Zarzuela con un entrenador personal. Al ritmo de samba o merengue se queman más de 1.000 calorías por clase y todos los pasos de baile están estudiados para trabajar y tonificar piernas, glúteos, brazos y abdominales. Son ya 14 millones de personas en el mundo las que lo practican, según sus seguidores. Lo de bailar sevillanas para bajar peso ya se ha quedado vintage.

Yo muero por ver a nuestra princesa desmelenándose (ella siempre tan controlada), marcándose un reggaeton, con la excusa de ganar flexibilidad, y así poder perseguir a la carrera por los pasillos de palacio a las infantas Leonor y Sofía, mientras ellas ocultan su bocadillo de Nocilla ¡qué merendilla! Esta sustancia está rigurosamente prohibida, al igual que las chuches, en la dieta impuesta por doña Letizia a sus hijas. Y ellas, obedientes, se conforman en el recreo del cole con dar un par de mordiscos al bocadillo nocillero de sus amigas. Tal cual. Rigurosamente cierto.

Tanto como la revolución que ha provocado en España la venta de la neo-faja Spanx. ¡Ojo! nada que ver con la prenda que usaban nuestras madres y nosotras habíamos desterrado del armario con gesto de reivindicación feminista. El nombre se ha vuelto más cool y ahora se denominan body shaper. Spanx es la prenda en la que se embuten, a día de hoy, las estrellas de Hollywood. Actrices con tipazo como Gwyneth Paltrow, Cate Blanchett o Julia Roberts confiesan ser adeptas a esta neo-faja. Las shape (suena mejor) son cómodas, moldean la figura, sujetan, ocultan michelines, no dan calor y hay más de 50 modelos, asegura su creadora, la diseñadora americana Sara Blakely.

Sandra Macaya, hija de la polifacética Cristina Macaya, abrió su negoció para importar y distribuir en España la famosa marca americana de lencería. "Las shapeware son moldeadoras, marcan la figura y esconden lo que sobra. Spanx crea dependencia. Una vez que empiezas a usarla, descubres que te puedes poner ropa que antes era imposible", cuenta la empresaria. El producto súperventas de la marca es un pantalón corto de tiro alto que moldea y sujeta tripa, glúteos y piernas. Julia Martínez, jefa de estilistas de moda de la revista Telva, ya me cotilleó hace tiempo que hoy en día, ninguna modelo acepta una producción de moda sin antes asegurarse que junto a la ropa le llevas una Spanx a la sesión de fotos.

Me tiro a la calle en busca de la prenda-milagro y pregunto por ella en unos grandes almacenes. Cierto, se venden como churros, y claro está, pico y me compro una. ¿Quién se resiste ahora al pincho de tortilla si sabes que hasta Madonna oculta sus michelines en una shapeware? ¡Ah, también hay para hombres!

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