Arantxa la mejor tenista de todos los tiempos

Siete años después de su primer triunfo en Roland Garros, Steffi Graf sigue siendo la máxima favorita para anotarse su cuarto título en París. Desde 1987, tres jugadoras se han repartido el oro francés: Graf, Sánchez Vicario y Seles. 

La retirada de la serbia tras su apuñalamiento en Hamburgo el año pasado ha cerrado aún más el abanico. Graf llega hasta Roland Garros después de haberse comportado como un perfecto aspirador: ha ganado el Abierto de Australia, el de Tokio, en Indian Wells, en Delray Beach y en Cayo Vizcaíno. En torneos de tierra batida, la insultante alemana perdió en la final de Hamburgo, tras una pequeña distensión de ligamentos, pero ganó en Berlín hace dos semanas. A sus 24 años, está muy cerca de igualar el récord de Navratilova, con 18 grandes títulos.

Precisamente, el regreso de Martina a París ha levantado mucho los ánimos del público francés. Navratilova no aparece por el suelo del estadio de «Bois de Boulogne» desde 1988, tras perder con Steffi en la final. La estadounidense no gana un torneo del Grand Slam desde que venciera a Zina Garrison en la final de Wimbledon de 1991. En París no vence desde hace una década.

Nunca como en esta edición tiene tanta importancia el papel de Arantxa Sánchez. La desaparición del mapa tenístico de Jennifer Capriati y el bajo momento de jugadoras, en otras ocasiones con peso, como Gabriela Sabatini, que perdió ayer en la final de Estrasburgo ante Mari Joe Fernández, deja muy despejada la carretera de la española hacia su presumible encuentro en la final con Steffi Graf.

«Me siento con fuerzas para ganar a cualquiera. Sé que Steffi está en un gran momento, pero la gané en Hamburgo y puedo hacerlo de nuevo», confiesa la española, que entrena bajo nuevas órdenes, las de Gabriel Urpí.

Conchita Martínez se presenta este año con los brazos más fuertes. Acaba de ganar en la final de Roma (no estaban Arantxa ni Steffi) a Martina Navratilova. Hace un mes y medio se apuntó otro torneo, Hilton Head.

Conchita es la tercera favorita de este torneo. Si todo le va bien debería enfrentarse con Arantxa en semifinales, aunque en este torneo jamás pasó de cuartos de final.

Gabriela Sabatini arriesga un año más algo de la credibilidad que ha estado perdiendo en los últimos dos años. Desde abril de 1992, la argentina no gana un torneo. Fue en Roma, frente a Monica Seles. Tal vez por ello, la jugadora sudamericana haya recuperado a su antiguo entrenador, el brasileño Carlos Kirmayr, que se ha propuesto hacer retornar a la élite a una tenista con tanto talento como poca fuerza mental -por lo pronto, ayer perdió en Estrasburgo-.

Hay un grupo de jugadoras que comienzan a buscarse un hueco entre las apuestas y cuya presencia comienza a incomodar a las dueñas del papel. No es una de las favoritas para plantarse en la final, pero juega en su casa y en el último año ha protagonizado una ascensión excepcional. Es Mary Pierce, iluminada a finales de la temporada pasada y que este año ha llegado a la final del torneo de Houston, donde cayó ante Sabine Hack.

La japonesa Kimiko Date reside en el rincón más brillante del nuevo tenis oriental. En enero ganó en el torneo de Sydney a Mary Joe Fernández. Arantxa Sánchez Vicario ha dicho de ella: «Tiene una mentalidad muy fuerte y puede ser capaz de dar la vuelta a cualquier partido». La estadounidense Lindsay Davenport, cuya envergadura llamó la atención en el último Abierto de Australia (llegó a semifinales) es otra de las nuevas pretendientes. Venció a principios de año en Brisbane.

Otra de las revelaciones que parte con cierto peso en París es la croata Iva Majoli, que llegó en la final en Barcelona, donde perdió con Arantxa.

La presencia de Martina Navratilova no es la única nota romántica del cuadro femenino. A sus 31 años, tras una década instalada en el cuarto oscuro, Tracy Austin intenta encontrar la luz en París. Doble campeona del Abierto de Estados Unidos, Austin jugó en Roland Garros en 1982 y 1983 pero no pasó de los cuartos de final.

«Sampras me aburre». Yannick Noah, último vencedor francés de Roland Garros hace once años, apenas acudirá este año al torneo. «El tenis de ahora ya no me motiva», asegura Noah: «Sampras es el mejor pero me aburre porque no logra que la gente sueñe o disfrute con él».

Concierto. Noah, McEnroe, Wilander y Vilas fueron las estrellas de un concierto de rock a beneficio de los niños de Africa que tuvo lugar el sábado en París.

Televisión. El campeón estadounidense John McEnroe volverá a ser la estrella en las cabinas de televisión: será el comentarista de la cadena NBC. «Este será el año en el que un tenista de saque y volea gane Roland Garros», ha vaticinado McEnroe: «Sampras es mi favorito porque tiene todo lo necesario para vencer sobre tierra».

Dobles. Los hermanos Luke y Murphy Jensen, dos extrovertidos, espectaculares y atípicos tenistas, defenderán el título por parejas que conquistaron en 1993. Emilio Sánchez Vicario y Sergio Casal figurarán entre los favoritos.

Juniors. Cuatro españoles, María Antonia Sánchez, Marián Ramón, Jacobo Díaz y Alberto Martín, han accedido directamente al torneo junior de Roland Garros con el objetivo de emular al madrileño Roberto Carretero, que fue el campeón masculino en 1993. Las grandes protagonistas serán la suiza Martina Hingis y la rusa Anna Kournikova, dos jóvenes prodigios de tan sólo trece años.

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