Si eres un friki esto te interesa

Kal-El, Totoro, Uhura, Data, Trancos, Palpatine, Moss, Richard Garfield, Rose Tyler, Cosmo Kramer. ¿Le suenan estos nombres? Si la respuesta es sí y, además, es capaz de contar de dónde vienen, a dónde van, de qué color tienen el pelo, cuál es su comida favorita o con qué superpoder han sido bendecidos, está claro: usted es un friki.

Hasta hace poco, este adjetivo se utilizaba de manera peyorativa. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, y gracias a la aparición y popularización de las nuevas tecnologías, ha tomado un novedoso significado. El libro Piratas de textos, del autor estadounidense Henry Jenkins, ofrece una panorámica de este fenómeno, según la cual los fans, los frikis, conforman un complejo movimiento que extrae sus recursos de la cultura comercial y los reelabora con otras finalidades.

«Aquello de soy yo y mis circunstancias, de Ortega y Gasset, hoy debería ser soy yo y mis influencias», asegura Rubén Hurtado, guionista, escritor y estudiante del Máster de Narrativa de Escuela de Escritores, además de fan fatal de la ciencia ficción, aunque nunca se ha considerado un friki. «Prefiero pensar que, simplemente, soy un hijo de la cultura post-pop», aclara. «Ahora cualquier referencia es válida por sí misma. Creo que los tiempos en los que decir que Guerra y paz era tu primera lectura, pronto quedarán atrás. Dentro de nada la gente será sincera y dirá que fue Elige tu propia aventura», continúa.

«Todo lo que leemos nos forma, y no sólo como autores, sino como lectores y espectadores. En nuestra sociedad, es el consumidor el que se encarga de hacer cultura a partir del negocio. Los arquetipos cambian, y el concepto de lo normal varía con nuestro tiempo. Y eso que hay mucha gente que todavía no se ha dado cuenta de que Shakespeare o Cervantes eran los J. J. Abrams y Spielberg de la época. Sólo el tiempo pone cada cosa en su sitio», dice. Así, sus principales influencias, tal y como confiesa, son Seinfield, The Office, IT Crowd y El programa de Ana Rosa. ¡Ahí queda eso!

Pero, como no sólo de influencias vive el hombre, algunos dan un paso más y convierten el metraje de sus amores en auténticas obra de arte. Rottentomatoes.com, un sitio web de análisis de películas y series, ha publicado un ranking con las cinco mejores películas elaboradas por fans, quienes escogieron elementos de filmes famosos haciendo un tributo a la obra original.

Saturday Morning Watch-men, una cinta que parodia la obra de Alan Moore y Dave Gibbons, encabeza la clasificación. En busca del arca perdida: la adaptación, una recreación de 100 minutos del clásico del mismo nombre, Batman: Dead End, de la que es fan el propio Frank Miller, A la caza de Gollum, en la que el heredero de Isildur busca a la criatura más repulsiva de la Tierra Media, y Troops, que muestra a un grupo de Stormtroopers involucrados en la muerte de los padres de Luke Skywalker, completan este listado.

Otros que han hecho de su afición un arte son los conocidos cariñosamente como trekkies, pese a que no empezaron de la mejor manera. Tal y como cuenta Henry Jenkins en su libro, cuando la estrella de Star Trek Willian Shatner -el capitán James T. Kirk- acudió como invitado a Saturday Night Live, el programa aprovechó para ridiculizar a los fans de la serie.

Entonces, los trekkies fueron retratados como frikis con gafas, orejas vulcanianas de goma y camisetas en las que se leía I grok Spok (Yo entiendo a Spok) encima de una abultada barriga. Cuando Shatner entró en plató, los fans le bombardearon con preguntas sobre personajes secundarios y detalles aparentemente sin importancia hasta el punto de que, incrédulo y frustrado, Shatner se dirigió al público y gritó «¿Es que no tenéis vida propia?».

Claro que la tienen, aunque quizá el tiempo libre lo dediquen a crear cultura a partir de sus pasiones. En nuestro país, existe el Club Star Trek, «cuyo objetivo principal es difundir la serie», cuenta su vicepresidente, Sergi Toboso. «Desde su creación en septiembre de 2008, el club se ha esforzado en ser un punto de unión y una entidad intermediaria entre todos los aficionados del país y el resto de clubes locales y asociaciones que también divulgan Star Trek en España», asegura.

Así, han presentado el DVD de la última película de Star Trek en Barcelona, Madrid, Sevilla y Zaragoza; el cómic Star Trek Countdown, de la editorial Drakul, precuela oficial de la película; el videojuego de rol online, Star Trek Online; el libro Star Trek: La Última Frontera; y el nuevo cómic Star Trek: Nero.

Además, entre sus principales actividades destaca el Trekday. Se trata de una iniciativa que se celebra siempre en sábado, y que reúne a los aficionados para visionar y debatir algún capítulo de la serie. Durante el FindeTrek, los aficionados disfrutan de Star Trek y de otras actividades culturales y gastronómicas relacionadas con la serie de culto. Finalmente, en las convenciones de Star Trek, Mr. Spok y su tropa aterrizan en diferentes ciudades, donde los fans pueden compartir confidencias con algunos de los actores, y se subastan autógrafos y objetos de la serie.

Seguro que muchos de ellos ya se han acercado al Museo de las Ciencias Príncipe Felipe para visitar la exposición Star Trek. Bienvenidos a bordo, que reúne piezas originales de la serie y películas presentadas con una escenografía capaz de teletransportar a los visitantes a la nave Enterprise.

Para muchos, su amor a los videojuegos y la ciencia ficción se ha convertido en mucho más que una afición. Que se lo digan a la estadounidense Adrianne Curry. Después de ganar la primera temporada de America's Next Top Model y participar en los realities Vida surrealista y Mi amado Brady, ha encontrado su verdadera vocación en hacer de sí misma un arte. Un arte friki.

Y es que, gracias a su Twitter, que ronda los 150.000 seguidores, se gana la vida. Y todo porque en él publica fotografías disfrazada de Princesa Leia, Silk Specter o Ultraviolet, además de aparecer en otras jugando a su gran pasión, World of Warcraft. Después, y gracias a la expectación que generan estos modelitos, los vende a través de eBay al mejor postor.

Ya ven, lo friki está de moda, lo friki es fuente de inspiración, lo friki ayuda a ganarse la vida de una manera digna. Y, cómo no, lo friki crea polémica. Miles de personas se han manifestado recientemente en la capital de Nueva Zelanda, Wellington, para que el rodaje de El Hobbit no se traslade a otro país tras un problema con el Sindicato de Actores. Muchos de ellos portaban pancartas en las que se podía leer We love hobbits. Sí, parece que todo el mundo ama los hobbits, los daleks, los ciborgs...

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