Almodóvar y sus premios

Pedro Almodóvar dio la campanada y conquistó anoche su quinto Bafta del cine británico con La piel que habito, premiada como mejor película de habla no inglesa. The Artist, de Michel Hazanavicius, fue la gran ganadora de una noche con irresistible sabor francés, pese a que la británica El topo jugaba en casa y contaba con el apoyo casi unánime de la crítica local. 

El propio Almodóvar ni siquiera estaba presente en la ceremonia del Royal Opera House de Londres cuando le llegó el momento, convencido tal vez de que el Bafta la mejor filme extranjero se lo llevaría la iraní La separación, que partía como favorita tras el Oso de Oro de Berlín y los premios de la crítica norteamericana y británica. 
«Lamento mucho no poder estar con vosotros hoy», se justificó Almodóvar en una nota escrita y leída por el actor indio Anil Kapoor. «Agradezco mucho este premio a la Academia británica», y poco más. 

La presencia de Penélope Cruz, que concedió el Bafta al mejor actor (Jean Dujardin) compensó en parte la ausencia del manchego en una noche insólitamente muda por cuenta de The Artist. 

«No sé qué más decir», dijo Michel Hazanavicius en el momento de hacerse con el Bafta a la mejor película, al mejor director y al mejor guionista. En ese momento pronunció su discurso más jaleado por la audiencia, volcado con la cinta que ha roto todos los cánones del cine hablado: «Estoy sorprendido porque, al no haber diálogos, mucha gente pensaba que no había siquiera guión... Así que los británicos son gente lista». 

La broma de la noche fue sin embargo la que precedió el Oscar a la Mejor Actriz a Meryl Streep por La Dama de Hierro, adjudicado ya desde hacía meses. «Se trata de la única vez en que todo el mundo puede por fin gritar sin temor: ¡Gana, Maggie, gana!», proclamó el actor Stephen Fry, el irreverente maestro de ceremonias en la gran fiesta del cine británico. 

El topo, basada en la novela de John le Carré, soñaba con emular el éxito para el cine británico logrado el año pasado por El discurso del rey. El filme de Tomas Alfredson se fue sin embargo con tan sólo dos premios menores: mejor película británica y mejor guión adaptado. Ni siquiera Gary Oldman pudo con el irresistible ascenso de la extraña pareja Hazanavicius/Dujardin, que antes de The Artist se dedicaron esencialmente a mofarse de los espías. Tan sólo faltó al final el premio a la mejor actriz para Bérénice Bejo, que no pudo con Meryl Streep. 

En la gran noche francesa (y norteamericana) del cine británico se coló pues el español Pedro Almodóvar, que logró anteriormente dos Baftas con Todo sobre mi madre (1999) y otros dos por Hable con ella (2002), en las categorías de mejor película extranjera y mejor guión. 

Con el quinto Bafta por La piel que habito, Almodóvar puso el broche de oro a su carrera en Gran Bretaña, donde la película tuvo una excelente acogida de crítica y público. La crítica destacó también su reencuentro con Antonio Banderas, en el inquietante papel del doctor Robert Ledgard. 

El compositor español Alberto Iglesias figuraba también entre los candidatos por la banda sonora de El topo, que claudicó de nuevo -como en casi todas las once categorías en la que competía- contra el silencioso influjo de The Artist, que sale escopetada hacia la noche de los Oscar.

Comentarios

Entradas populares