En nombre de Caín una buena película

Como acción distribuirán a raudales los mamporreros de moda: Sylvester Stallone regresa por partida doble. En Demolition Man, de Joel Silver, es un «destroyer» futurista; y en Cliffhanger es el tipo más duro en todos los Alpes italianos. Por partida doble le reta en la pantalla el musculitos de Bruselas, Jean-Claude van Damme, en Hard Target, «kickboxing» a ritmo cajún de Nueva Orleans y en Nowhere to turra, junto a Rosanne Arquette. 

A los reyes del mamporro les suceden los de la fuerza bruta. Steven Seagal se lo hace con Alerta máxima, Arnold Schwarzenegger es El último superhéroe, a las órdenes de John (Jungla de cristal) McTiernan y Michael Douglas es un tipo cabreado por el fin de la guerra fría en Falling down, de Joel Schumacher, una película que le sirve para apretar el gatillo más de lo reglamentario frente a Robert Duvall. En la línea de fuego estarán también Clint Eastwood y John Malkovich, investigando un atentado contra el presidente de USA, a las órdenes del alemán Wolfgang Petersen. 

Malkovich repetirá en un «thriller», Jennifer 8, de Bruce Robinson, una de suspense en la que un policía suspendido por alcoholismo (Andy García) debe encontrar a un psicópata asesino de mujeres ciegas. Su próxima víctima es Uma Thurman. Thurman también repite en Mad Dog and Glory, de John McNaughton y producida por Scorsese, en la que es la chica de un gangster traspasada por gratitud a un poli (De Niro). A Laura Palmer nadie le salva la vida, pero en la película Twin Peaks se investigan los días que precedieron a su asesinato. El agente especial del FBI encuentra tantos psicópatas como en En nombre de Caín, el último delirio de Brian de Palma. Y para afrontar los fríos invernales lo mejor es combatirlos con la programación más «hot» de la próxima temporada. Por supuesto que en el primer film está Sharon Stone, protagonista de Sliver, de Phillip Noyce (Juego de patriotas) y con guión de Joe Eszterhas (Instinto básico). Habrá libros, policías y asesinatos crueles. La señorita Stone se ha reservado el derecho de supervisar el montaje final, al igual que ha hecho Madonna con Cuerpo de evidencia, de Uli Edel, un filme escándalo hecho a su medida en el que tiene enfrente al sufrido Willem Dafoe. 

El británico Adrian Lyne (Atracción fatal) se ha hecho cargo de Proposición indecente, una idem que une tórridamente a Demi Moore y Robert Redford, a sus años. A su vez, el más discreto Alan J. Pakula nos ofrecerá en febrero Dobles parejas, la obsesión sexual de un feliz padre de familia por su vecina. Destrucción y muerte en la historia que protagonizan Kevin Kline y Mary Elizabeth Mastrantonio. A su vez Jeremy Irons y Juliette Binoche muestran muy gráficamente la destructiva y turbia pasión entre un alto político inglés y su nuera francesa en Damage, dirigida por Louis Malle.

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