Las Kardashian están gordas

Rellenitas, entradas en carnes, voluptuosas, con unos kilos de más. De vez en cuando, la Beth Ditto de turno tiene que dar un golpe en la mesa y colocar el titular correcto con la palabra (in)oportuna: gordas. Gordas iconoclastas y cool, como la líder de The Gossip; orondas en estado de gracia, como la reciente portada de la edición británica de una cabecera internacional, Rebel Wilson, militantes de las curvas como Beyoncé, en pie de guerra contra quienes osen retocar su poderosa anatomía para ceñirla a los cánones –nos preguntamos qué habrá pensado del polemico boceto de Roberto Cavalli, autor de un vestido exclusivo para la gira de la señora Carter, que reduce el poderío físico de la cantante a la nada–. 


Cánones que, huelga decirlo –el 90-60-90 de marras– se alejan muy mucho de una realidad para la que la industria de la moda, curándose en salud, factura anualmente sus Curvy Issues, ejemplares en los que abogan por un modelo de belleza que se anuncia como alternativo cuando no es sino tan real como la vida misma; mientras, la textil explota uno de sus filones más rentables: las tallas grandes. Un sector que, como recoge la periodista Pilar Riaño, del portal especializado en moda y economía moda.es, "moverá en 2014 unos 26.829 millones de euros en el mercado estadounidense. En España, el negocio aún no ha terminado de arrancar". Vaya si lo hará. Mango acaba de anunciar el lanzamiento de Violeta, con la que incorpora este tipo de prendas a su oferta.

El Corte Inglés hizo lo propio en 2017 con Couchel. "La moda debe satisfacer todas las necesidades de los consumidores, y la realidad que hay en la calle no es la que aparece en el cine o en la televisión: mujeres delgadas, esbeltas, que miden 1,80 y tienen ojos azules", explican desde la etiqueta, cuya irrupción en estos grandes almacenes se produjo a iniciativa de sus propias clientas, "mujeres con una talla superior a la 48 que se sienten bien consigo mismas y no quieren esconder su cuerpo o renunciar a su feminidad. Conceptos como elegancia, glamour y belleza no entienden de kilos". Su imagen de temporada es la modelo Tara Lynn, quien, para los portavoces de Couchel es, con sus contundentes 96-86-120, "una maniquí bella y exuberante que prueba que una mujer guapa lo es al margen de su peso".

"Las mujeres se sienten ahora más seguras y orgullosas de si mismas", aseguran desde Marina Rinaldi, "y quieren verse espléndidas sin mirar la talla. Por eso marcas como la nuestra atraviesan un momento excelente." Fundada en 1980, la enseña, propiedad del Grupo Max Mara, es una suerte de pionera, que, como tal, detecta "una pujante generación de chicas jóvenes con curvas cuya pasión por la moda influye tanto en el negocio como en la creatividad". Féminas contundentes, sin complejos, que no renuncian a ni sus redondeces ni a vestir como les gusta. Como curiosidad, tanto Couchel como Marina Rinaldi admiten que sus prendas más populares son los pantalones, en 10 patrones diferentes en el caso de la italiana, o de colores y con estampados pijameros en el de la española.

También en H&M Plus, la división para mujeres a partir de la 44 que la cadena sueca incorporó a su oferta en 1992 gozan de gran predicamento. "La clienta española busca básicos, en particular, tejanos. Todo, sin olvidar a aquellas mujeres que, independientemente de su talla, quieren las últimas tendencias." "Talla y tendencia", repiten las firmas consultadas a modo de mantra.

Y detrás de todo fenómeno que se precie, cómo no, las celebridades, inevitables prescriptoras de estilo. "Las famosas han contribuido de forma definitiva a redefinir el canon de belleza imperante, y han ayudado a sus congéneres a desarrollar un fuerte sentido de orgullo y aceptación, actuando como modelos para muchas niñas que no pueden identificarse con estrellas del pop o actrices delgadas", aseguran desde Marina Rinaldi. "Famosas como J.Lo, Adele y Sofia Vergara han puesto el foco sobre las curvas aunque, en mi opinión, el estilo no tiene nada que ver con la talla y cualquiera podría abrazar la moda si proliferasen modelos curvy en revistas, blogs y campañas publicitarias. Espero ser un ejemplo para mujeres de todas las tallas de que llevar una vida saludable y presumir de buen cuerpo no es cuestión de medidas. Y los medios de comunicación propagan una estética tan irreal como enfermiza", enfatiza Alessandra Garcia Lorido. 

La hija de Andy Garcia es una notoria modelo curvy con campañas como la de H&M en su haber . Su agente, Jeana, de la agencia californiana Natural Models, coincide con la joven tanto "en la importancia de los medios a la hora de divulgar un modelo estético real y diverso" como en que "la belleza no es una cuestión de talla", y cree que, en ese sentido, se están produciendo cambios esperanzadores. "Las mujeres que no usan una 0 –la equivalente a la 34 española– se vienen arriba cuando ven a alguien que se asemeja a ellas en una revista. 

La fundadora de la agencia, Katie Halchishik –exmodelo Plus Size, esto es, a partir de la 38– ha puesto en marcha la campaña Healthy is the new skinny (estar sana es el nuevo estar delgada), que alienta a preocuparse más por la salud que por el peso. Ella sufrió presiones para que adelgazase de forma antinatural. Pero las cosas están cambiando." Como zanja la actriz y presentadora Patricia Pérez, icono turgente patrio, "lo importante es la actitud". 

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