Muere Tony Urbano

Tony Urbano fue el talento musical que llenó España de rock callejero. Con Leño, junto a Rosendo y Ramiro Penas, pulseó su bajo como la bandera de la regeneración de un estilo que hasta entonces había hecho patria del ambiente underground. El rock and roll se hizo mayoría con ellos.

Su andadura musical comienza en los años 70. En Tarragona, la ciudad que lo vio nacer en el verano del 56, pasaba las tardes escuchando a sus grupos favoritos siempre en compañía del inseparable Ramiro Penas. 

Pronto surgió la necesidad de cristalizar en algo tangible lo que hasta entonces habían sido sueños de escenario en la calle Sevilla. Y comenzaron a ensayar como cuarteto en un local situado en la parte alta de la ciudad catalana. En aquel grupo primigenio de adolescencia compartía acordes con Paul Sebastian, un norteamericano que lograría una gira por las bases de Estados Unidos en España. Con tan sólo 17 años supondría el comienzo de la aventura musical que le acompañaría hasta el fin de sus días.

Recalaría en Madrid, donde Jaume Montcusí le dio la preparación suficiente para hacer del bajo su mejor arma. Desde entonces, el instrumento que le regaló su padre, ya no tendría ningún secreto para él. Todo lo aprendido le serviría para integrarse en grupos como Kafrú, Los dos españoles o Coz.

Teddy Bautista se fija en él para grabar con Luis Eduardo Aute o Rosa Léon. Se siente cómodo en Madrid. La vida de la capital es propicia para el desarrollo de su vocación y de sus afinidades políticas. Sería durante aquellos años cuando se afilie al Partido Comunista y participe en la organización del festival Rocktiembre en el Palacio Vistalegre. Es el ambiente, el lugar y su intuición natural para la música. 

Por aquel entonces un Rosendo resabiado (había formado parte de bandas como Fresa, La patata química o Yesca) abandonaría Ñu por discrepancias con los componentes. Es el momento en el que la carrera profesional de Urbano y Rosendo converge. El cantante madrileño crea Leño en 1978 y estarán en activo hasta 1983, cuando se disuelve el grupo. Tony llega por una casualidad, sustituyendo Chiqui Mariscal, el bajista original, en mitad de la grabación del primer disco.

La irrupción de Leño en el panorama musical es exitosa. Con tan sólo tres discos de estudio y uno en directo consiguen arrastrar a sus conciertos a toda una generación y convierten en mitos canciones como Cucarachas o Maneras de vivir: el rock and roll más irreverente tiene, por fin, hueco en España. Además Urbano era protagonista de ello. 

No sólo tocaba, también componía y daba forma a las canciones. La gira teloneando a Miguel Ríos fue el momento cumbre antes de la disolución. Por todo ello, en 2001, el grupo recibiría el galardón al mejor autor de rock en los V Premios de la Música. Tras el fin, formaría parte de Zero. Su trayectoria se puede resumir como la del bajista más prolífico del panorama rockero español. Durante los años 80 y 90 registró en la SGAE –era autor socio– 40 temas.

Los últimos años los dedicó a la producción, labor con la que entretuvo su inquietud musical mientras la larga enfermedad que precipitó su adiós consumía a uno de los grandes talentos musicales de este país.

Tony Urbano, bajista y compositor, nació en Tarragona el 14 de agosto de 1956 y murió en Reus (Tarragona) el 27 de agosto de 2014.

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